humberto rey v

humberto rey v

jueves, 19 de febrero de 2015

La evolución y la revolución

 La descripción de la Evolución Natural cargada de todas sus implicaciones socio culturales y humanísticas es la máxima proeza de la creatividad humana para afianzar el conocimiento y la racionalidad en los últimos doscientos años de la historia humana.
Lo que llama la atención es porque esa verdad de a puño, que no ha podido ser controvertida con seriedad en ninguna latitud, no se impone como una nueva visión  en  los espacios racionales, humanos y científicos.
¡Creo que es nuestra parte animal que tiende a la supervivencia y a la reproducción, como en las otras especies, la que impide con más fuerza que entren con facilidad estas nuevas ideas!
Antes de su aparición existían mil leyendas sobre la aparición de la vida y de sus orígenes cada una de ellas amañadas a las características propias de cada grupo étnico o clan.
 Los idiomas y los currículos educativos son guardianes de las tradiciones llenas de prejuicios que  son muros de contención para verdades científicas  probadas.
Hoy por hoy  las interpretaciones que se hagan sobre la aparición de los millones de tipos de especies vitales tienen que pasar por el filtro evolutivo natural, y cultural. De esto no se escapa el origen y el futuro de la humanidad entera.
 La evolución de las especies descrita y sugerida por Lamarck, Alberto Wallace y Charles Darwin es innegable y científica hasta para los detractores de ella, que  buscan subterfugios y silogismos  para acomodarse a su sombra bajo diferentes tapasoles,  como  el famoso Diseño Inteligente o el confundir la infinitud del universo probado por Steven Hawkins, Einstein y muchos otros investigadores con las eternidades y variadas leyendas sin pruebas  relatadas en libros sagrados para las creencias y esoterismos míticos y mágicos.
El carro cruel funerario con sus interrogantes, está ligado a la belleza vital y al aceptarlo como indescifrable enaltecemos la vida como el mejor atributo que tenemos los biohumanos.
A Carlos Marx le faltaron toques biológicos en su afán para proporcionar bienestar en las comunidades humanas porque no podemos ser felices socialmente si no somos felices como individuos primero.
La verdadera revolución, que  conducirá a un respeto y tolerancia por  los otros solo puede darse en una democracia donde las características diferentes y similares de las distintas civilizaciones pase por el filtro evolutivo con sus componentes biológicos netamente animales y sus raciocinios iluminados por la mentalidad y conciencia humanas.
Cuando el hombre animal y racional se pongan de acuerdo y no busquemos dualidades escapistas como las  otras vidas nunca probadas si no deseadas y soñadas, como las reencarnaciones, solo en ese momento podremos establecer una ética y moral para la especie pensante y racional soñadora y deseadora, que para tener momentos felices necesita ser solidaria, porque en sus elementos genéticos y epigeneticos lleva impreso un patrón social sin el cual su convivir y compartir son imposibles.
Si se aceptan estos postulados será necesario cambiar nuestra forma de ver la salud, la enfermedad, la muerte, la sexualidad, el arte, la belleza, la alimentación, la educación, los juegos y por supuesto los ritos y maneras de juntarnos.
La ciencia y el humanismo lo conseguirán con el pasar del tiempo siempre que evitemos caer en un contrasentido como la Cienciologia o el abrazo imposible entre la fe y la razón. Pueden ir juntas pero no revueltas.    



3 comentarios:

  1. Se dice que el 99% de los millones de especies vitales han desaparecido! Es frutó esta desaparición de la misma selección natural? Si es positiva la respuesta y reconociendo que la especie humana es la más pura muestra del fruto evolutivo, podríamos decir que el proceso evolutivo que espera a la especie humana es hacia la perfección ? Perfección de conciencia ?

    ResponderEliminar
  2. No porque no somos el centro del proceso Somos unos entre muchos procesos
    Las cucarachas llevan 400 millones de años y nosotros menos de 2 millones

    ResponderEliminar
  3. Pero la misma selección natural debe (o puede?) hacer aparecer una nueva especie de súper humanos con más neuronas y/o más sinapsis

    ResponderEliminar