humberto rey v

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jueves, 1 de octubre de 2015

MEDICINA NUEVA 2015

Infectologia renovada

La medicina siempre ha estado llena de paradojas y contradicciones. Hace trescientos años nadie conocía los microbios que ocasionaron grandes epidemia como la peste bubónica en Europa o la cólera en el continente asiático. Los médicos y por supuesto las comunidades ignoraban, en ese tiempo,   elementales nociones de aseo, asepsia y antisepsia.  Las cirugías y procedimientos quirúrgicos  en muchos casos producían enfermedades y muertes por infecciones que ocurrían por contaminación. Cuando J Smith descubrió que el Cólera, tan temido por su alta mortalidad, era trasmitido a través de los suministros de agua para beber en Londres y corrigió la anomalía puede decirse que se iniciaron las campañas de prevención y planeación con promoción de la salud hacia la mitad del siglo XIX.
El hombre vivió desde la prehistoria enfermándose y muriéndose de  infecciones  virales, bacterianas, parasitarias y  por hongos, pero no tenía ni idea porque ellas ocurrían. Desde el descubrimiento del microscopio por Leeuwenhoek en el siglo XVII se empezaron a ver formas de vida que se movían en gotas de agua pero solo Semmelveis en la mitad del siglo XIX empezó a sospechar de la forma en que se trasmitían las infecciones con sus famosos estudios de parturientas y la fiebre puerperal. Blas Pascal, Koch y Pasteur describirían las primeras bacterias de 1850 en adelante y empezaría a esbozarse la asepsia y antisepsia que permitirían esterilizar los procedimientos quirúrgicos y disminuir en forma gigante las contaminaciones en enfermos con intervenciones quirúrgicas.
Pero a comienzos del siglo XX (1900)  las infecciones eran las dueñas  del 80%  de la mortalidad en las comunidades humanas. Esto solo cambiaria después del hallazgo de los antibióticos, como la penicilina que se descubrió en forma accidental en 1928 pero solo pudo aplicarse en forma masiva durante la segunda guerra mundial hacia 1944 cuando su producción  salvó  miles de vidas de soldados heridos en el campo de batalla.
EL  que conozca la biología evolutiva y no tan solo la funcional, como le ocurre a los trabajadores de la salud, puede conocer que  antibióticos como la penicilina y la estreptomicina son hongos o especies vivas que se oponen a otras especies las bacterias que luchan para mantenerse con vida en el cuerpo humano cuando uno se enferma! Si se prescriben demasiados antibióticos innecesarios en la mayoría de los casos se ayudará  a crear resistencias bacterianas al igual que lo hacen todos los seres vivos que se defienden de sus depredadores. La supervivencia y la reproducción son grandes pilares en la evolución de la vida y en su selección natural.
Desde 1940 hasta ahora se educó a  unos profesionales de la salud médicos, sin hablar con los  alternativos y los magos y chamanes que agravan las situaciones,   con la premisa de que había que exterminar las bacterias patógenas. Se recetaban antibióticos a diestra y siniestra en muchos procesos de enfermedad como gripes o diarreas leves, sin tener en cuenta que se estaban desequilibrando ecosistemas y ello terminaría agravando los procesos infecciosos con bacterias superresistentes con las cuales podríamos volver a altas morbilidades y mortalidades como las famosas pandemias de épocas anteriores.
Son innegables los logros de la infectologia moderna. Solo basta pensar que hacia 1940 el que sufría de una neumonía, tenía  un 30% de posibilidad de muerte y este porcentaje era más alto, la mitad de los enfermos por lo menos,  en meningitis bacteriana o septicemia. Hoy de neumonía se muere  menos del 1% y de otras infecciones los porcentajes han disminuido en forma notoria.
Creo que el paradigma anti infeccioso, que se debe inculcar en los que tienen que ver con la salud humana está ligado a la enseñanza obligatoria de evolución natural, tanto de microorganismos como de los seres humanos, para  aceptar y trabajar con postulados nuevos como el Micro bioma humano un concepto que establece una simbiosis indispensable y conveniente entre bacterias y microorganismos con los que convivimos en paz los homínidos.Ellos son diez veces más numerosos que las células de nuestros cuerpos. Los microorganismos de cada uno de nosotros pesan alrededor de 1 kilogramo de nuestro peso corporal (07- 1.5) según reportes científicos.
La mayoría de bacterias, hongos, parásitos que viven con nosotros tienen una buena relación sin producir lesiones y solo unos pocos de ellos pueden terminar produciendo enfermedades. Necesitamos un micro bioma sano y por lo tanto hay que tratar de vivir en buenas relaciones con la mayoría de bacterias que trasportamos a través de nuestra vida en la tierra.  Ellas mismas  colaborarán para ayudar a  librarnos de los patógenos. Además su presencia por excitaciones de los mecanismos inmunológicos, protege contra algunas enfermedades  como  las alergias. Es posible que el micro bioma  tenga  control sobre la aparición de diabetes mellitus tipo I y de la obesidad como lo muestran  estudios hechos en países de gran desarrollo socioeconómico en donde se entronizó  el mito de que al niño pequeño no se le debía dar la oportunidad de ponerse en contacto con el micromundo bacteriano a pesar de que ello es absolutamente imposible. Solo un humano ha vivido libre de bacterias en su piel, intestinos, orificios, y genitales.   Padecía deficiencia inmunológica muriendo a los doce años después de tratar de efectuarle un trasplante de medula ósea para corregir su defecto en los EEUU.
Las generaciones humanas se cambian cada 25 años y en un siglo de vida  cuando mucho alcanzamos a conocer tataranietos. Las generaciones bacterianas se remozan cada ½ hora y en un año hay miles de ellas. No debemos olvidar que las bacterias  que viven con nosotros vienen evolucionando hace millones de años, forman parte de nuestras células a través de las mitocondrias que energizan las células y  conviven con nuestra vida terrenal a través del micro bioma sin el cual no viviríamos como cada vez lo demuestran más las combinaciones  encontradas entre nuestros genes y los  de las bacterias que nos rodean a diario. Es  seguro que las bacterias y otros microorganismos convivientes con nuestra biología  tengan que ver con nuestra autonomía y adecuado funcionamiento integral.
Hasta 1990 se creía que el estudio del genoma humano daría claves maestras para conocer nuestras enfermedades y funcionamiento. Hoy en 2015 se intuye  que si combinamos nuestro conocimiento del micro bioma con el de nuestro genoma  los resultados pueden ser mas gratificantes.
Darwin y sus seguidores son imprescindibles en la enseñanza de una medicina moderna.


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